Mientras intenta el primer juicio, Emilia se encuentra en Elior Forest, donde vivió cuando era más joven. Echidna comenta sarcásticamente su audacia de poner un pie aquí después de deshonrarse a sí misma antes, pero Emilia responde con una sonrisa audaz y le dice que no cederá ante la malicia de una compañera bruja. A medida que se adentran más en el bosque, se encuentran con un árbol enorme que se eleva sobre sus alrededores. En su base hay una pequeña puerta con barrotes, que Emilia identifica como la habitación de la princesa, donde a menudo la enviaban a jugar cuando era niña.