Mía va a casa de Daniel para ofrecerle su amistad. Quiere acompañarlo en un momento tan difícil. Le dice a Daniel que esta vez Grachi no tiene un conjuro, que lo que le pasa con Axel es amor de verdad. Daniel descubre a Grachi y Axel abrazados. Daniel termina con el corazón roto en mil pedazos. Mía prende los sprinklers y empapa a Grachi y a Axel mientras se besan. Daniel se lo agradece.