Grégoire Lecomte, el desafortunado actor ansioso por encontrar un 'trabajo de verdad', va a hacer una prueba para el papel de un asesino, pero por error llega a los mafiosos. Confunde a su catedrático con un productor y lo confunden con un sicario con el que tenían una cita. El engañado Lecomte firma contrato con ellos. Se supone que debe matar al traficante de armas Otto Krampe en su fiesta de cumpleaños en Saint-Tropez perforándolo con la tapa de un paraguas con una jeringa incorporada con cianuro de potasio. Lecomte no es consciente de que tiene que ser un asesinato real.